De pensamiento, palabra, obra y omisión

En los últimos tiempos he cuidado a varias personas que presentaban un fenómeno relativamente frecuente en salud mental, se sentían atormentados por sus pensamientos. Cada uno a su manera y relacionado con trastornos de distinta índole, todos tenían en común que las ideas o pensamientos que se les venían a la cabeza les parecían totalmente inadecuados, inadmisibles, ofensivos o malvados debido, principalmente, a la naturaleza violenta, sexual o blasfema de dichos pensamientos. La mente de estas personas, inmersas en una dinámica que puede llegar a ser realmente agotadora, producía a la vez el pensamiento “nocivo” y la “censura” al mismo desencadenando una lucha interna continua.

Sin llegar al extremo descrito en el párrafo anterior, os invito a reflexionar sobre cuántas veces hemos llegado a sentirnos mal, incluso a considerarnos malas personas, precisamente por haber tenido pensamientos censurables desde nuestra propia moral. 

Recuerdo, de mis años de catecismo que había una oración que rezaba (nunca mejor dicho): 


Yo confieso ante Dios…
…que he pecado mucho,
de pensamiento,
palabra,
obra y omisión.
Por mi culpa, 
por mi gran culpa, 
por eso ruego…

Fijaros, la trampa cultural que puede suponer para un niño, o una niña, de 8 o 9 años hacerle creer primero que se puede “pecar”, o “hacer mal”, por el simple hecho de pensar una determinada cosa. Y segundo que, además, hay un ser sobrenatural que tiene acceso a esos pensamientos y te puede castigar por ello. Con las palabras, las obras y las omisiones, en tanto que pueden afectar a terceras personas, si podríamos aceptar otro tipo de consecuencias. De hecho, las polémicas sobre la regulación de la libertad de expresión están a la orden del día en España. 

Llegará el día, más pronto que tarde, en que algún cachivache tecnológico sea capaz de leernos la mente, en la línea de las investigaciones de CTRL-LABS (Facebook) y su CTRL-Kit  o Neuralink (Elon Musk) y su The Link (implante neuronal) que son ya una realidad como refleja el artículo “¿Qué fue de… leer la mente?”de Javier Yanes (@yanes68)  en OpenMind de BBVA.

El avance de la tecnología, en principio, no es ni bueno ni malo, es en el uso que hagamos de la misma donde reside el problema. Ni siquiera George Orwel, en su novela 1984, llegó a dotar a su ThinkPol (policía del pensamiento en neolengua) de la capacidad de leer las mentes de los ciudadanos sino que concibió las telepantallas (televisores espías con micrófono) de obligada colocación en todos los hogares como instrumento de control del estado (Big Brother). En la actualidad, respecto a las telepantallas Orwell se quedó bastante corto, hemos superado su distopía y todos tenemos de manera voluntaria una telepantalla de bolsillo en su versión smartphone y, encima, pagamos gustosamente por ello. 

Volviendo al principio, a nuestros pensamientos, podemos encontrarnos con realidades muy distintas. Mientras tanto, disfrutemos de nuestra libertad de pensamiento el tiempo que nos conceda la tecnología.Y llegado el caso, de que los pensamientos comienzan a ser muy  molestos, obsesivos, incluso dolorosos e interfieran en nuestra vida diaria, en nuestras relaciones y prácticas habituales, entonces deberíamos consultar a un profesional (de atención primaria o quizás una enfermera especialista en salud mental, psicólogo o psiquiatra de confianza). 

Sin llegar a estos extremos podemos adoptar una serie de hábitos de higiene mental que nos prevengan de complicaciones en esta materia:

  1. Los pensamientos, pensamientos son. En tanto que no tenemos control sobre ellos, van y vienen, tampoco debemos permitir que nos hagan sentir mal, culpables o cualquier otro sentimiento negativo asociado…
  2. Un pensamiento intrínsecamente inapropiado desde nuestra moral, simplemente debemos dejarlo ir sin que tenga más repercusión emocional y/o psicológica 
  3. Si no somos capaces de dejar ir algún pensamiento y se hace más repetitivo, y obsesivo, podemos intentar buscar una distracción, iniciar una conversación, realizar alguna actividad que requiera de nuestra atención. 

Y como despedida una duda:

¿Pienso luego existo? o ¿Existo luego pienso? 

😉

¡Saludos!

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6 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Avatar de asunmarrodan asunmarrodan dice:

    Interesante reflexión. Aunque sí podemos intervenir sobre lo que pensamos. O encaminarlo en otra dirección. En nuestros pensamientos mandamos cada cual. Me gusta tu blog 😘

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    1. Avatar de José Manuel José Manuel dice:

      Muchas gracias, Asun.
      Tengo claro que tengo un, razonable, control sobre qué hago con mis pensamientos aunque te he de reconocer también que estos llegan a mi mente de manera «libre» y descontrolada jajaja.
      A mi me encanta tu blog y entradas como esta (https://asunmarrodan.wordpress.com/2021/02/28/ninos-modela-equilibra-apoya-y-vencera/ ) son un ejemplo de la claridad, sencillez y rigurosidad con la que tratas los temas y que los hacen útiles y muy recomendables, especialmente, para los que estamos todavía en edad de «educar».
      ¡Gracias de nuevo y un cordial saludo!

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  2. Avatar de niasunset niasunset dice:

    Another chaos that our time has been dragged into.. what is happening to our minds? Why do we lose the balance between our thoughts and our emotions … what’s happening to our mind …these points and questions same for us in my country too… I can’t know your country about these matters, but in here, everyday we read another femicide on newspapers… In 2019,500 women died as a result of femicide in Turkey, giving the country the highest femicide rate of all OECD member states. https://www.dw.com/en/femicide-rates-turkey/a-54311038

    Dear José, this is really important post and what you shared. Just future (in here) makes me more worried… And how sad, the problem that is being ignored… I can’t hear any explanation, any warning, or any word from psychologists, and authorizations, etc.

    Thank you, I wish and dream a peaceful world… Love, nia

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    1. Avatar de José Manuel José Manuel dice:

      Dear Nia
      For a few years, with perplexity, I have been observing the future of our society and it does not seem to bode well. Clearly, groups appear protected by economic, political and religious interests that want us to return to a past that cost millions of lives and much suffering.
      In Spain, some groups that support machismo, racism, anti-Semitism supported by political groups and related media appear boldly. Among other barbarities, they deny the gender violence that in Spain in 2020 took the lives of 45 women and destroyed the lives of their children, families and friends.
      A single victim is already unbearable but the figures you have shared from Turkey are especially regrettable. Not even by comparing the populations between the two countries can a logic of the figures be found.
      In Spain, we have a Ministry of Equality ( https://violenciagenero.igualdad.gob.es/ ) from which they have been working seriously against this problem for years but unfortunately the problem persists, without a clear trend towards the end of this scourge.
      I think the best weapon against the scourge of gender violence is education in equality, tolerance, respect and other democratic values. I am aware that I cannot change the world but I do have the power to educate my children in these ethical values ​​and I am very proud of them.
      A big hug dear Nia and I hope that soon we can celebrate that the situation is improving.

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  3. Avatar de Desconocido Anónimo dice:

    Me parece un punto de vista victimista y que puede incluso perpetuar el estrés mental y emocional.

    Tenemos control sobre nuestros pensamientos, convencer a la persona de lo contrario es dañino. Si un patrón de pensamiento causa estrés hay que trabajarlo, no ignorarlo.

    Esto es en lo que se basa la terapia cognitivo-conductual.

    Puede que el catolicismo no lo aborde de la mejor manera, pero nuestros pensamientos influyen en gran manera en nuestra realidad, por tanto es muy beneficioso para la persona trabajar en tener una mente positiva y moral (al menos desde el punto de vista del individuo).

    Todos los días y en todo momento puedes cambiar tu mentalidad y ser mas feliz, simplemente somos animales de costumbres y preferimos convencernos de que no es así, evitando lidiar con la realidad de cuanto control tenemos sobre lo que nos pasa momento a momento.

    Una victima no tiene poder, por lo cual no tiene la responsabilidad ni la capacidad de esforzarse, sufrir, cambiar y salir transformado.

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