Una recomendación muy importante para conservar nuestro equilibrio mental y emocional durante el confinamiento, y fuera de él, es limitar el consumo de información, en concreto, de información tóxica. Si encendemos la tele, a cada minuto, nos bombardean con historias y datos a cada cual más desalentador.

Sobre los canales de televisión, las emisoras de radio y la prensa (en papel o digital) tenemos cierto control, consumimos la que queremos y, más o menos, conocemos de qué pie cojea cada medio.

Con las redes sociales tipo facebook, twitter, instagram, etc… ocurre algo muy distinto. Da igual que tengamos cientos de amigos o sigamos a miles de personas, al final, recibimos un bombardeo continuo de comparticiones, de publicidad, de retuits que no sólo no nos gustan sino que parecen que están puestos ahí a propósito y con toda la mala idea del mundo. Tanto, que podemos llegar a pensar que una mayoría de personas reales piensan esas barbaridades. Y podría ser así pero, seguramente, estamos sufriendo un fenómeno llamado en matemáticas…

El espejismo de la mayoría

Y como estoy seguro que si lo intento contar yo la voy a liar, comparto este vídeo del canal de youtube Derivando (ver canal), de Eduardo Sáenz de Cabezón, donde de manera sencilla y amena explica el concepto y el poder que le otroga a las redes sociales para manipular, aún más, la información que nos llega.

¡Qué tal! ¿Te ha gustado? Para reflexionar… ¿verdad?

Otra cosa es la millonada que están gastando con perfiles falsos en RRSS para manipularnos… pero eso para otro post.

Y recuerda…

#QuédateEnCasa
#FrenaLaCurva
#LaVacunaEresTú