¿Dónde está? Luchamos contra un enemigo indetectable a través de nuestros sentidos. La estrategia hasta que encontremos otras armas es sencilla, pero no por ello fácil de realizar, alejarnos los unos a los otros lo suficiente para que el COVID-19 no pueda propagarse y se extinga. La mejor que podemos hacer, por lo tanto, a nivel individual es respetar el confinamiento impuesto y esperar…
El intento por mantener el virus lejos de nosotros puede llegar a obsesionarnos y a que desarrollemos conductas desproporcionadas e innecesarias, aumentar nuestra ansiedad y producir un sufrimiento personal mayor del necesario. Veo, por ejemplo, cada día en el trayecto al trabajo personas que van equipadas con guantes y mascarillas en el interior de sus vehículos.
Creo que puede ser útil, considerar los conceptos
Limpio y sucio
para manejarnos en el día a día.
Denominaremos como limpio cualquier cosa, entorno e incluso persona con una mínima probabilidad de estar contaminada por el coronavirus.
Y sucio, por contra, será todo aquello que vamos a considerar que está contaminado, independientemente de que lo esté o no.
Ahora mismo estoy agotado, la jornada de trabajo ha sido complicada, y como me gustaría desarrollar los conceptos de limpio/sucio y la manera en que pueden ayudarnos en el día a día en las tareas comunes.
El objetivo es poder contar con un lugar donde podamos descansar la mente y estar relajados y confiados de que no haya (o minimamente) riesgo de contagio. Lo ideal sería que pudieramos considerar nuestros hogares como limpio.
También, comprender que no debemos entrar en pánico si tenemos que exponernos a zonas sucias. Para ello tomaremos una serie de precauciones, siendo la más importante el correcto lavado de manos.
Y, recuerda, …
#QuédateEnCasa
#FrenaLaCurva
#LaVacunaEresTú
El cuidado en la palabra 
Solo animarte como a todos los profesionales de la salud, sea en el ámbito que sea, en estos momentos de extrema dureza. El cuidado en la palabra o la curación por la palabra ya la mencionaron los griegos, y Freud buen conocedor de esa cultura como sabes, bebió mucho de ellos…..en fin gracias por tu blog y sabéis que tenéis el apoyo de todos, porque una cosa son los profesionales y otro el sistema sanitario, los recortes que se habían hecho, la deficiente atención que ya había antes de este pandemia -hablo por L’Hospitalet de Ll., i,agina una persona con trastorno límite y bipolar le ofrecían dos entrevistas al año con un psiquiatra y no sé si cada dos meses con un psicólogo- o sea, desasistidos totalmente para los que como tú conocen el tema,….en esas nos ha pillado la pandemia -un año para una resonancia de una mano que estaba sin función normal y con dolor, no sigo- Así que sabiendo distinguir las personas que dais todo allí en unas condiciones tan deficientes , toda mi admiración y cuidaros!!!!!!
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Muchas gracias Ana por tu apoyo. Todos (bueno, todos no) estamos aportando lo que podemos desde distintos ámbitos. Espero que de esta crisis del coronavirus saquemos cosas positivas como valorar en su justa medida la salud comunitaria y la sanidad pública como el medio más eficaz para promoverla y dedicar en el futuro los recursos que necesita. Es curioso, veo con asombro que las comunidades que más han maltratado al sistema público de salud privatizando la sanidad y desviando el dinero y los recursos de la misma incluso a financiar partidos políticos, son las comunidades que más protestan y se están corpontando de manera más desleal. Lo que me comentas de L’Hospitalet, tristemente, es algo habitual, los recursos a la salud mental siempre van muy por detrás de otras especialidades más «llamativas».
Y gracias de nuevo, sobre todo reconocer a compañeras de otros servicios que están realmente en primera línea (UCI, urgencias y unidades de enfermedades infecciosas) y a todas las demás profesiones no sanitarias pero que están siendo indispensables.
Un cordial saludo!
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