Precisamente, hoy me he dejado el teléfono en mi casa, cuando he salido a comer. Me he marchado a las 13 horas y he vuelto a las 18 horas. Oye, José, sin casi notarlo…. ¿Me estaré volviendo asocial?. Muchas gracias por tus relatos… !
Gracias por compartir esta historia, José Manuel. Creo que todos hemos estado ahí alguna vez y es valiente que hayas compartido tu vivencia, y que hayas planteado abiertamente las preguntas que todos deberíamos hacernos.
Gran reflexión que conecta directamente con la planteada por los hombres grises y la trampa del tiempo de la novela «Momo» de Michael Ende.
Gracias Elena,
Y aún conociendo las claves seguimos el mismo camino… y qué grandes recuerdos me traes… nunca olvidaré el placer de leer Momo por primera vez…
Un fuerte abrazo!
Muchas veces dejo el móvil en casa y lo que siento alivio. Si me llaman la atención por no llevármelo sólo indico que no me lo he llevado. Algo así cómo un «no puedo hacer otra cosa, estoy atado de pies y manos» al más puro estilo de los oficinistas que no desean ayudarte. Eso sí, lo hago con una sonrisa.
El cuidado en la palabra 
Precisamente, hoy me he dejado el teléfono en mi casa, cuando he salido a comer. Me he marchado a las 13 horas y he vuelto a las 18 horas. Oye, José, sin casi notarlo…. ¿Me estaré volviendo asocial?. Muchas gracias por tus relatos… !
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Quizás estamos re-socializando en una «medida humana».
Gracias 😘😘😘
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Gracias por compartir esta historia, José Manuel. Creo que todos hemos estado ahí alguna vez y es valiente que hayas compartido tu vivencia, y que hayas planteado abiertamente las preguntas que todos deberíamos hacernos.
Gran reflexión que conecta directamente con la planteada por los hombres grises y la trampa del tiempo de la novela «Momo» de Michael Ende.
Abrazos,
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Gracias Elena,
Y aún conociendo las claves seguimos el mismo camino… y qué grandes recuerdos me traes… nunca olvidaré el placer de leer Momo por primera vez…
Un fuerte abrazo!
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Muchas veces dejo el móvil en casa y lo que siento alivio. Si me llaman la atención por no llevármelo sólo indico que no me lo he llevado. Algo así cómo un «no puedo hacer otra cosa, estoy atado de pies y manos» al más puro estilo de los oficinistas que no desean ayudarte. Eso sí, lo hago con una sonrisa.
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Estas desconexiones terminaran siendo una práctica necesaria. Buscaremos en parques y grandes superficies áreas «libres de móviles» 😉 Saludos!
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