¡Ha llegado!
El COVID-19 se presenta como la primera pandemia que es vivida como una amenaza global y que, en España, ha obligado a las autoridades a declarar el Estado de Alarma en todo el territorio.
En estos momentos estoy sentado ante el ordenador reflexionando sobre las repercusiones que el paso del coronavirus tendrá sobre nuestra salud mental. La estrella de las medidas a adoptar, para mí, ha sido el confinamiento general de la población en sus domicilios, durante un periodo no inferior a 15 días y que, desde el mismo Gobierno, ya se anuncia que tendrá una duración mayor.
A modo de terapia personal, voy a escribir cada noche un pequeño diario de cada jornada de aislamiento. Hoy, lunes 16 de marzo, primer día lectivo con mi mujer, mis dos hijas y mi hijo en casa ha sido el punto de arranque…
Sobre la responsabilidad
Dadas las características de este virus, la situación que se produce es bastante curiosa. En lugar de miedo, vivimos una preocupación y una responsabilidad hacia los demás más que hacia uno mismo. Dada la clínica de la infección, si entrase en casa, a priori no debería provocar graves consecuencias pero, sin embargo, si que puede perjudicar, y mucho, a personas mayores y con determinadas patologías.
Por esta razón, estamos cumpliendo a rajatabla las recomendaciones oficiales. En concreto, seguimos:
– La web del Ministerio de Salud, Consumo y Bienestar Social
– La web del Govern de les Illes Balears sobre el coronavirus
Intentamos mantenernos al margen de falsas noticias y mensajes malintencionados
Objetivo del día: Establecer una rutina
En casa, desde el primer día hemos decidido como prioritario establecer una rutina que nos permita mantener cuerpo y mente ocupados. Aunque quedan muchas cosas por decidir, parece claro que como mínimo habrá que intentar:
– Cumplir medidas de aislamiento, prevención e higiene
– Mantener actividad académica/laboral lo más normal posible
– Procurar una alimentación sana y ejercicio físico
– Fomentar comunicación y relaciones sociales virtuales con familia y amigos
– Mantener actividades de ocio/lúdicas/descanso
– Crear un espacio de información, análisis de la situación y evaluación del confinamiento.
Día 1
1. De lunes a viernes en horario lectivo seguiremos, en la medida de lo posible, el horario de clases y sus descansos. Quiero agraceder el gran esfuerzo que profesores y maestros están realizando para adaptar la docencia a formatos digitales. De hecho, uno de mis hijos esta mañana ha realizado una prueba evaluativa sin mayor problema.

2. Por las tardes, intentaremos suplir las extraescolares con actividades relacionadas con las mismas. Esta tarde, por ejemplo, en la hora del inglés hemos visto una película en versión original. Lo más complicado, dada las características de la casa, será sustituir los entrenos de baloncesto.

3. Las comunicaciones con familia y amigos también serán prioritarias: las videoconferencias serán sin duda muy útiles. Hoy de momento han sido conversaciones telefónicas e infinidad de whatsapps.
¿Y mañana?
Mañana toca turno en el hospital. Si soy sincero, no tengo ni idea de como voy a llevar la presión que supone el ir y venir de casa al hospital, sobre todo si empiezan a conocerse casos de personas con las que haya tenido contacto. Soy consciente de que por mucho que yo pueda hacer el riesgo de contagiarme, o de yo contagiar a los demás, está ahí. De hecho, cualquiera de nosotros podemos estar ya contagiados y aún no saberlo.
Salir de casa, que es un entorno que puedo controlar, ir al hospital y volver cada día será cada vez más complicado.
Tendré muy presentes las palabras de mi amiga Rosamaría:
Y si crees que te puedo ser de alguna ayuda, no dudes en decírmelo…
Buenas noches y hasta mañana…
#QuédateEnCasa
#FrenaLaCurva
#LaVacunaEresTú
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EA día 1
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